Early bird vs Night Owl: Consejos de Estudio
Si hay algo que nadie puede debatir, es el hecho que todas las personas tienen hábitos de estudio distintos. Lo que funciona para unos cuantos, puede no serle útil a todos. Lo que vemos aquí son los dos grupos de personas más grandes; aquellos que son más funcionales en la mañana, a diferencia de aquellos que en la noche trabajan mejor. Esto no significa que las personas sean incapaces de trabajar a una hora y en otra sí, sino que su atención y energía se encuentran mejor enfocadas en cierto momento del día. Para ambos tipos de personas hay consejos de estudio específicos que pueden hacer las cosas más fáciles, y aquí los enlistamos.
Madrugadores
Para aquellos que aman despertarse temprano y terminar con su trabajo lo antes posible; tenemos lo siguiente:
- Alarmas agradables. Aunque seas una persona productiva por las mañanas, eso no significa que levantarse sea algo sencillo. El que tu alarma sea un sonido agradable o una canción que te guste, puede orientar tu humor hacia algo muy positivo desde el inicio del día.
- Desayuna. Aunque sea una comida completa o un bocadillo ligero, nuestro cerebro necesita nutrirse cada día. La mejor manera de empezar el día es dándole el combustible que necesita para despertar y comenzar a trabajar. Si tienes tiempo, una ducha rápida también prueba ser fructífera.
- Música. Se ha comprobado que el poner música upbeat puede incrementar la productividad y la atención de las personas. Claro está, la clave de esto es saber elegir qué escuchar para que ayuda más de lo que pueda distraer
- Organiza. Si sabes que tu momento de energía óptima es al comenzar del día, pon todas las tareas más importantes en ese horario ideal. Esto hará que puedas sacarlas del camino rápidamente, y con el mejor provecho.
- Toma tu tiempo. Es cierto que las rutinas pueden ser aburridas, pero el tener un tiempo y orden determinado no solo para tus asuntos personales, sino también para el trabajo; prueba ser un gran aliado al momento que lleguen las fechas de entrega.
- Descansa. Aunque el ímpetu de trabajar está ahí, no es nada recomendable rebasar los límites de tu energía. El tomarte un momento para ti y respirar, aunque sea tomar aire fresco o un pequeño snack, puede ayudar a que tu segundo aire de ánimos para trabajar rinda más de lo esperado.
Noctámbulos
Para aquellos que disfrutan quedarse en cama más tiempo y prefieren llevar a cabo sus asuntos más tarde; lo siguiente les queda perfecto:
- Haz una lista. Durante el día, si no vas a trabajar en ellos, escribe las cosas que deseas hacer en la noche. De esta manera, cuando llegue el momento de trabajar, sabrás exactamente por dónde comenzar.
- Iluminación. Aunque estés trabajando de noche, lo menos recomendable es que trabajes solamente a la luz del brillo de tu computadora. El tener fuentes de luz sustanciales ayudan no solo a que tu vista no se canse, sino que pueden ayudarte a mantenerte despierto. Lo menos que tu lugar de trabajo se asemeje a un entorno para antes de dormir, mejor.
- No a la cama. Muchas personas cambian su escritorio a favor de estudiar sobre su cama, esto prueba ser un gran error. La comodidad termina por engañar al cuerpo y no permite que la energía rinda como debería.
- Camina. Intervalos de descanso siempre serán necesarios para que tu mente no se sature, en especial si pones tu cuerpo en movimiento. Pararte de tu lugar y tomar unos cuantos pasos cada media hora es benéfico para tu circulación y postura, también ayuda a refrescar el entorno donde te encuentras.
- Hidrátate. Este paso nunca está de más; aunque el café puede ser un aliado, esta bebida nunca debe de remplazar ni el sueño ni el tomar agua natural.
- Aleja tu celular. Aunque en la noche el movimiento en redes sociales puede comenzar a parar, apagar o poner tu celular fuera de alcance prueba ser una buena estrategia. El no tener esa pantalla cerca quita la tentación de revisarla cada cinco minutos.